Según los vecinos, por culpa de los inadaptados que beben en la zona, en varios sectores del barrio se respira un fuerte olor a orín. Cansados de la desidia de las autoridades municipales de Asunción, pobladores de Barrio Obrero “habilitaron” el pasado fin de semana un tacho que funciona como mingitorio. Así, buscan evitar que los clientes de las bodegas y lomiterías de la zona orinen por las murallas del vecindario.
El improvisado sanitario se encuentra en la esquina de Caballero y 6ta. Proyectada y fue instalado en forma de sarcasmo y protesta por los vecinos de la cuadra. Para la gente que se congrega en el sitio a consumir bebidas alcohólicas se ha convertido en una nueva opción a los ya existentes “baños públicos”: árboles, columnas, puertas y vehículos.
Histórica lucha vecinal
Darío Acosta (50), un poblador de nacionalidad argentina, contó que la muralla de su casa es una de las preferidas por los inadaptados. “De mañana, tarde y noche la gente viene a orinar por mi pared. Hace más de seis años que pasa y, si le decís algo a los muchachos, te tiran piedras”, lamentó el lugareño.
A la queja anterior se suma la de Félix Yegros (77), un exmagistrado residente en el barrio. “Los fines de semana el ruido es insoportable. Cientos de personas vienen a tomar y ponen la música a todo volumen. Hay un agente policial a una cuadra de acá nomás y el pobre es un inútil. No puede hacer nada para ayudarnos”, lamentó.