El hombre falleció el lunes, en zona de Luque. Cajón estaba sellado y adentro encontraron la desagradable sorpresa.
“Nos dijeron que no podíamos ver a mi hermano porque él estaba en pedacitos”, comenzó ralatando Patricia Esquivel, hermana del fallecido, quien denunció que funcionarios de la funeraria “Virgen del Rosario”, de Luque, les entregaron el cuerpo del finado en un estado lamentable, ya que ni siquiera procedieron a limpiarle el rostro.
“Ni a un animal se le trata así, como ellos le trataron a mi hermano Vicente”, continuó contando la familiar, ya que el cuerpo estaba en las mismas condiciones como quedó después del accidente, con sangre por todo el cuerpo, y solo estaba con un short. Además, en el cajón había latitas de cerveza y cajas de cigarrillos.
Lo enterraron así
La tapa del ataúd estaba sellada y en la abertura del vidrio solo se llegaban a ver bolsas negras, lo que les llamó la atención. Decidieron mandar a abrirlo. “Nosotros no sabíamos ni a quién estabamos velando”, lamentó la mujer.
Los familiares no pudieron hacer nada y, lastimosamente, lo enterraron así, ya que pagaron G. 2.600.000 a otra empresa mortuaria por el trabajo de abertura y ya no tenían dinero para otro servicio fúnebre.
Ahora, la familia solicita que la citada firma se haga responsable ya que, por falta de conocimiento, no los denunciaron en su momento. Patricia dijo que el propietario de la funeraria se comunicó con ella, como para “solucionar” el incidente, pidiendo exhumar el cadáver, a lo que ella se negó ya que una abogada le orientó y le dijo que eso se debe realizar unicamente con el permiso de un representante oficial del Ministerio Público.
El accidente fatal ocurrió el pasado lunes, en el barrio Isla Zárate de Luque. Vicente Esquivel se adelantó en una curva y chocó de frente contra un camión, perdiendo la vida de forma instantánea, según los reportes.
Negó el hecho
En la funeraria se lavan las manos
Jorge Vázquez, dueño de la funeraria Virgen del Rosario, en diálogo con EXTRA dijo que no tiene nada que ver con el hecho y responsabilizó del procedimiento a un tal Julio Barreto, asegurando que solamente el ataúd se solicitó en el local del velatorio.
Sin embargo, en la factura de la empresa se describe que el servicio era completo e incluía el traslado del cajón hasta la ciudad de Caaguazú.