“Este, si no controlás, te puede volver loco”, comentó Carmen Amarilla, una de las yuyeras más conocidas del Mercado 4. Ella se considera experta en plantas medicinales. El floripondio no es la excepción.
Esta planta se impuso como tema de conversación luego de que el candidato a diputado de la ANR, Carlitos Viveros, la confundiera con el tajy en un mural artístico y sacara a relucir sus propiedades alucinógenas.
Lo cierto es que el floripondio es un excelente antiasmático que usaban nuestras abuelas como calmantes. “Mi mamá hacía cigarros con flores secas y fumaba hasta que el asma se le pasaba. Solo así podía dormir”, contó doña Carmen. La planta también es antiinflamatoria; las hojas secas se mezclan con cebo de vela y se forma una pasta que se coloca sobre las heridas para bajar la hinchazón. Algunos incluso la consideran anticancerígena.
Sin embargo, en grandes dosis, el floripondio tiene efectos alucinógenos y no se recomienda en niños. Alberto Torres, yuyero, habló sobre la creencia de que la planta es de mal augurio. “Así dicen, pero yo creo que exageran nomás”, expresó. Agregó que el floripón era común antes en los cementerios.
Curó el asma
Arcadia Fernández halló la cura para el asma de su hija en el floripón. Hizo la pomada y con eso la alivió.
Ella tomó cariño por la planta y su característico aroma y la dejó como parte de su jardín. “Huele muy rico, además es chiquitita. Es muy conveniente tener una planta así, que te cure el asma”, manifestó.
