“La última vez que hablé con ella, internada en terapia intensiva, me dijo: ‘Disculpame mamá por hacerte pasar todo esto’. Le abracé y le dije que no es nada, que por ella haría cualquier cosa. La enterré, pero todavía la veo por todos lados”, contó Ramona Caballero, mamá de Evans Esperanza Caballero (25).
La joven era cosmetóloga profesional y también estudiaba Gastronomía. Siempre fue muy coqueta, dedicaba mucho tiempo a su belleza. El lunes 27 de marzo se sometió a una cirugía de lipoescultura y de siliconas en los pechos, en el sanatorio Le Blanc de Ciudad del Este. Cuatro días después falleció y los familiares denunciaron que fue a raíz de una negligencia médica.
La paciente recibió el alta médica el martes, a pesar de tener vómitos y fiebre. Los médicos aseguraron que eran síntomas normales post cirugía. El miércoles en la noche, la fiebre aumentó y la llevaron nuevamente hasta el sanatorio. Sin embargo, las camas de internación estaban ocupadas y fue atendida en el sector de urgencias. Los doctores le aplicaron suero y nuevamente la mandaron a su casa. “El jueves ya la internaron en terapia intensiva. Los doctores me dijeron que podía ser un virus hospitalario. A la noche ya me dijeron que tenía los pulmones infectados y un riñón fallando. Mi hija ya no hablaba y estaba con respirador artificial”, lamentó doña Ramona.
Triste final
El viernes, los médicos comunicaron a la mamá que Evans murió a causa de un paro cardíaco. “Total negligencia médica. Para los doctores es fácil pagar lo que cueste para salir ilesos, después de haber sacado la vida a una paciente”, dijo Carmen Bogado Caballero, hermana de la víctima fatal.
No hay todavía imputados
El abogado Nicolás Ruso, tío de la víctima, señaló que el cuerpo de Evans fue sometido a una autopsia. El resultado, que estará recién dentro de un mes, determinará si se trató de negligencia médica o no. Hasta el momento no hay imputados. “El sanatorio intentó culpar a la empresa tercerizada que se encarga de la terapia intensiva y no quiso firmar el acta de defunción, es una vergüenza. La fiscala tuvo que ir a exigirlo”, dijo el profesional del Derecho.