EL MERCADO DE SAN LORENZO TIENE COMO COMANDANTES A DOS MUJERES. Organizan a los trabajadores y no se cansan de reclamar.
Dos mujeres combativas y luchadoras del Mercado Municipal de San Lorenzo son el “akãrasy” (dolor de cabeza) del intendente Albino Ferrer.
Las vendedoras de ropas Ernesta Alfonso (61) y Sulli Benítez (47), más conocida como Chama, están ubicadas en el antiguo tinglado del popular centro de compras, a pasos del oratorio Sagrado Corazón de Jesús.
Para las autoridades, las doñas son las más “plagueonas”, pero para los trabajadores del lugar son las “kuña guapas” que no se cansan de pelear por el bienestar de sus compañeros.
“Llamen nomás si necesitan algo, no hace falta que vengan hasta acá, nos dicen en la Municipalidad. Cuando nos ven por ahí ya saben que será para reclamar alguna situación”, dijo ña Ernesta, quien trabaja desde hace más de 30 años en el centro de compras.
Ambas son tesoreras de los 14 bloques que componen el local de ventas, aunque existe un encargado por cada sector.
Con organización y diversas actividades han logrado muchas mejoras en su lugar de trabajo. “Nada de lo lindo de este mercado lo conseguimos gratis. Nosotros realizamos polladas, tallarinadas, todo lo que sea necesario para lograr un lugar más digno para trabajar”, aclaró Alfonso.
La comuna ha contribuido con la mano de obra o la compra de algún material, pero ninguna mejora fue emprendida netamente por ellos, según las trabajadoras.
SUEÑOS Y TRISTEZAS
Las mujeres tienen sueños y angustias que las motivan a levantarse cada día con las fuerzas necesarias para “poner pecho” a la situación y buscar soluciones que beneficien a cocineras, carniceros y vendedores de ropa.
En ese sector del mercado nada se realiza sin un consenso. Todas las actividades se deciden en las reuniones semanales.
“Me motiva ver a mis compañeros mejorar cada día. Hay muchos jóvenes universitarios que trabajan en el mercado, madrugan como todos. Luego se van a estudiar. Pero me angustia que para las autoridades municipales siempre estemos en el escalón más bajo de las prioridades”, manifestó doña Chama.
Ernesta, muy convencida, aseguró que seguirá reclamando hasta ver un mercado modelo en la ciudad universitaria.
PROYECTOS: Los comerciantes del lugar aportan G. 2.000 por día para obras
La organización de trabajadores tiene entre sus proyectos la instalación de 150 metros de piso. Para ello, recaudan diariamente de cada vendedor G. 2.000. La comuna donará la cementada de los azulejos, todo lo demás correrá a cuenta de los pequeños comerciantes.