Además de la libreta mensual, ahora también hay la cuenta semanal.
La libreta de la despensa “Mili”, ubicada en Limpio, engordó en este enero que parece no terminar. Ña Roberta Noguera, la propietaria, señala que tiene varios vecinos que realizan sus compras y le pagan a fin de mes; en cambio, el enero puku le obligó a crear otra lista negra para los que le dicen: “voy a llevar y te pago en la semana”.
“Desde la quincena de enero empecé a tener clientes que no tienen libreta, pero que ahora me piden que les anote porque ya no les alcanza la plata”, dijo la despensera. La doña vende en su negocio menundencias, la variante más económica de la carne vacuna. “Ahora, hasta el mondongo o el hígado me piden por G. 5.000, eso es poquísimo”, señaló. El sa’i sa’i, a full con las cosas que se venden “en suelto” también.
No lo recomiendan
Betzabe Bryson, presidenta de la Asociación de Almaceneros del Paraguay, señaló que la libreta es uno de los grandes problemas de los pequeños comerciantes, que vuelve a reflotar luego de casi haberse extinguido. “Volver a ese sistema es peligroso y nada recomendable. La gente no paga, hay vecinos que abusan de nuestra confianza y no pagan sus cuentas; los proveedores no esperan”, apuntó Bryson.
