Cuatro miembros de una familia, que vendían drogas, en especial a adolescentes, a través del sistema de mensajería WhatsApp, fueron condenados por una tribunal de sentencia. Se trata de Romina Gabriela Rolón (22) y Andrea Rosario Romero Lanzoni (19), quienes recibieron una pena de 7 años de cárcel. Por su parte, Mauricio Rolón (20) y Cepriano Villagra (24) estarán 6 años en prisión.
Gabriela es pareja de Cepriano y hermana de Mauricio, cuya mujer es Andrea, según los informes. Los mismos fueron detenidos el 16 de enero del 2014, durante un allanamiento realizado en una vivienda del barrio Alta Tensión de San Antonio. El procedimiento estuvo a cargo de agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Sitio de adictos
La intervención se hizo, a raíz de denuncias de que el lugar era frecuentado por adictos, lo que levantó la sospecha de que sería utilizado como “boca de fumo”, según indicaron los uniformados, quienes venían investigando a ese clan familiar desde el año 2013.
Según antecedentes, en pleno allanamiento, un hombre de 26 años había sido detenido por llegar a la vivienda con la intención de comprar droga. La Fiscalía de San Antonio, María José Pérez Giamperi, resaltó “el fundamental aporte de los peritos informáticos del Laboratorio Forense del Ministerio Público”, cuyos expertos lograron desgravar las conversaciones de la aplicación WhatsApp, donde consignaban los pedidos que recibían, los precios negociados con los adictos, las entregas y otros detalles.
Detectaron cómo operaban
Los peritos del Laboratorio Forense del Ministerio Público lograron detectar cómo comercializaban las drogas a través del WhatsApp, principalmente dosis de crack y cocaína, a qué precios y la forma de entrega de las drogas a los compradores, que generalmente eran adolescentes de instituciones educatuvas de la zona, segun la Fiscalía. El Tribunal de Sentencia estuvo integrado por los jueces Cynthia Lovera (presidenta), Victoria Ortíz y Pedro Nazer.