“La única forma de aguantar los 45 días de veda pesquera es abriendo una libreta en una despensa. Cuando nos cortan el cupo tendremos que buscar otro negocio que nos quiera dar fiado y después trabajar el triple para poder salir de todas las cuentas”, dijo ayer Blásida Galeano, vendedora de pescado del parador del Puente Remanso.
La veda pesquera en los ríos compartidos con Argentina durará 45 días, inició ayer y culminará el 21 de diciembre. En las aguas compartidas con Brasil la prohibición irá hasta el 31 de enero. Según la Secretaría de Acción Social (SAS), las especies capturadas antes de la veda podrán comercializarse solo hasta este viernes, pero las vendedoras no están de acuerdo.
“Entre todas las trabajadoras tenemos unos 2.000 kilos de pescado, no hay forma que vendamos todo para el viernes. Por eso, vamos a trabajar hasta el domingo, de 06:00 a 20:00”, anunció María Vera.
Las trabajadoras aseguraron que el subsidio de la SAS no lo reciben los verdaderos pescadores y lamentaron que las vendedoras no sean beneficiadas. “Los que reciben el subsidio no se dedican a la pesca. Pero muchos pescadores de verdad ya no están en la lista (de beneficiados) porque en sus casas tienen tele o cocinan con gas”, denunció Perla Oviedo.