Rodrigo Méndez, un joven de apenas 18 años, quedó a cargo de sus cuatro hermanos luego de que sus padres y otro hermano de 12 años fallecieran en un accidente de motocicleta, el pasado 25 de mayo.
Los huérfanos viven en una precaria vivienda ubicada en Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro. El único sustento con el que cuentan es una pequeña chacra, donde Rodrigo se encarga de plantar mandioca, poroto y otros productos. Sin embargo, solo alcanza para la alimentación diaria, no así para los demás gastos de la casa.
La familia quedó con muchas deudas debido a los gastos del sepelio de sus padres Roquelina Cabrera y Osvaldo Méndez, y su hermanito Bernardino. Clarisa (15), Rosana (13), Patricia (9) y Diego (8) continúan sus estudios, a pesar de que ya no tienen a sus tutores. “Voy a hacer todo lo que pueda para que mis hermanos terminen sus estudios y salgan adelante”, sostuvo el muchacho, que debió dejar el colegio el año pasado debido a la difícil situación por la que venían atravesando porque no podían vender sus productos.
Diego, el más pequeño de los hermanos, sufrió graves lesiones en el accidente en el que murieron sus papás. Salió de alta el lunes pero aún deberá estar medicado y guardar reposo. Epifanía Méndez, prima de los afectados, señaló que dentro de lo que está a su alcance cuida a sus primitos, al igual que otros parientes, pero no es suficiente.
Solidaridad
Rodrigo agradeció a las personas de buen corazón que les llevan comida, ropas o se acercan para brindarles apoyo emocional. A pesar de que todavía se siente tristes, el joven decidió sacar fuerzas de donde sea para que todos sus hermanos sigan unidos y no les falte nada. Quienes deseen colaborar, pueden comunicarse al (0983) 238 812.