Los colectivos climatizados llegaron con la promesa de ofrecer un servicio moderno, cómodo y seguro. Con el paso del tiempo, las quejas de los usuarios contra el servicio diferenciado revelaron que, en la mayoría de los casos, no vale la pena pagar más por lo mismo.
Incluso hasta robos ocurren en los nuevos micros diferenciados. En ese sentido, Eligio Ortiz, en su cuenta de Twitter, denunció que hay un nuevo modus operandi para delinquir en estas unidades. Se trata de personas “bien vestidas” que suben solo para robar a las personas en un descuido, dijo. Contó que a su hija intentaron robarle el celular el pasado fin de semana. Por fortuna, no pudieron hacerlo.
Otra de las denuncias indica que los colectivos, aunque cobran G. 3.300 por el boleto, van repletos, sin aire y con las puertas abiertas. Algunos ponen música a todo volumen y manejan a toda velocidad. Las frecuencias e itinerarios también forman parte de la larga lista de quejas, hay veces en que el usuario debe esperar hasta una hora para subir.
Choferes sacan el chip
El titular del Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam), César Ruiz Díaz, manifestó que el tema de los robos no es un problema del empresariado, sino de seguridad. Expresó que solo algunas líneas cuentan con circuito cerrado, ya que las mismas no constituyen un requisito.
Por otro lado, dijo que los colectivos no pueden circular con las puertas abiertas. “Los conductores le habrán sacado el chip, mediante el cual se evita que esa puerta, estando abierta, se mueva el colectivo”, supuso. Por su parte, el viceministro de Transporte, Agustín Encina, dijo que la multa por viajar con las puertas abiertas es de 70 jornales, G. 4.910.920. Pidió a los usuarios que realicen las denuncias para aplicar las sanciones.