El presidente electo Marito Abdo Benítez no pierde un momento para demostrar amor a su esposa Silvana López Moreira.
Ayer, en el acto de proclamación de autoridades nacionales, celebrado en el teatro del BCP, la pareja presidencial no se separó un segundo. Ella, cada tanto le hablaba al oído y Abdo sonreía.
Muy caballeroso, él tomaba de las manos a la primera dama cada vez que debían levantarse de su asiento. En varias oportunidades le besó en la mejilla. Tan romántico es el presidente electo, que en su discurso la llamó “mi amante esposa”. Fuentes cercanas a la presidencia manifestaron que Marito se equivocó al leer su discurso, en el documento estaba escrito: “mi amada esposa”.
Pero no todo fue color de rosas: Marito fue escrachado por Esteban Estragó Queirolo, de la Coordinadora Multisectorial de Derechos Humanos, quien gritó: “¿Dónde están los desaparecidos? ¡Dictadura nunca más!”.
Juan Carlos Galavena, fiel a su estilo, caminó por la alfombra roja soplando humo por la boca como un tren de carga. Antes de entrar al recinto, le pasó su cigarrillo a uno de sus guardias. El custodio, sin saber dónde arrojarlo, lo apagó apretándolo contra su celular. Luego que Calé recibiera su certificado en el estrado, saludó a Horacio Cartes, besó la mano de la vicepresidenta Alicia Pucheta y también dio besitos en la frente a la primera dama. A la salida, el eufórico colorado Hugo Lloso gritó hurras para Galaverna y el senador le dio G. 100.000.
Se enojó “lapa”
La esposa del senador Enrique Salyn Buzarquis, le reclamó, en la entrada del BCP, que no le esperó al bajarse del auto. "¿No me vas a esperar luego?”, le dijo. Buzarquis, la miró y simplemente siguió su camino, dejándola atrás.