Desde hace cuatro años, la familia Rodríguez acude al convento de San Leopoldo, en Asunción, para que “Coco” y “Dito” reciban la bendición de los Hermanos Capuchinos, ya que cada 4 de octubre se recuerda el Día del Animal y el de su santo patrono, San Francisco de Asís.
“Nosotros les traemos hace cuatro años, (nuestros perros) son padre e hijo. Les consideramos parte de nuestra familia y queremos que tengan la bendición de los hermanos”, expresaron los Rodríguez.
Conejos, tortugas y perros fueron los protagonistas de la bendición que se realizó ayer en la Capilla San Leopoldo Mandic, ubicado en El Trabajador 390, en la capital. “Manuelita”, una tortuga que acudió desde Barrio Obrero, también fue santiguado por los religiosos.
Forma de concienciar
“Esto es una bendición, no un bautismo. La bendición es una forma de agradecer a Dios por haber creado a los animales y también como una forma de concienciar a la gente sobre el respeto que deben tener hacia los animales, no torturándoles o abandonándoles”, explicó el hermano Valentín Pesente.
El sol ayudó a que varias familias se acercaran hasta el lugar junto a sus mascotas y participen de la actividad. El capuchino contó que en una ocasión llevaron hasta a una serpiente para que fuera bendecida. “Recuerdo que una vez trajeron una serpiente para bendecir y le dimos nuestra bendición, San Francisco no hacía excepciones”, aclaró Pesente.
Ayer también se realizó una procesión por la tarde, a las 18:00, seguido de una misa en la capilla de San Leopoldo Mandic. La ceremonia fue presidida por Monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción.