“Eso de que enero es largo es un dicho nomás, es una excusa para fiar”, asegura Juan Medina, dueño del almacén ‘Carnes y Compañía’ que funciona en Barrio Obrero desde hace más de 12 años. Sin embargo, a pesar de sus palabras, confirma que el “enero puku” está causando estragos en su clientela y algunos incluso deben renunciar a sus gustos. Contó que él solo hace fiar a la gente de su confianza.
“Acá ya no vendo más carne; algunos compran pollo, otros fideo o arroz kesu nomás luego comen. En la cerveza y todo ahorran, el que antes tomaba Bud 66, ahora solo toma Polar”, dijo el despensero.
SALEN DE VACACIONES
Una situación similar aqueja a Norma Aguilera, quien tiene una despensa sobre la calle Cerro Porteño, en la zona Norte de Fernando de la Mora.
Explicó que en un cuaderno figuran los numerosos clientes que compran fiado y que en muchos casos se le hace difícil cobrarles, sobre todo en esta época del año.
“Están todos de vacaciones. Los que tardan mucho en pagar deben como mínimo G. 500.000, otros deben más de G. 1 millón y algunos sique ya se mudaron del vecindario sin saldar la cuenta”, lamentó la comerciante.
VAN AL SUPER
Ambos almaceneros se quejaron de que muchas veces los clientes tienen dinero, pero de igual manera no quieren pagar. “A algunos se los ve en el supermercado, después de haberte dado muchas excusas para no pagar”, lamentó Norma. Por su parte, Juan se quejó de que los supermercados son competencia desleal. “Tienen todo más fácil, por eso ofertan sus productos”, señaló.