Estaban en una “actitud sospechosa” dentro de un vehículo.
El plan era salir a divertirse un poco y beber unas cuantas rubias espumantes. Al menos eso era lo que pensaba Luis Alberto Cardozo (40) más conocido como “Kike”. Pero como se pasó un poco de la raya, terminó en el calabozo de una comisaría. Eso sí, en muy buena compañía...
Cerca de las 00:30 de ayer, Kike estacionó su auto en un camino vecinal del barrio Guaraní de Pedro Juan Caballero, en un lugar oscuro. Para su mala fortuna, agentes de la subcomisaría 8, que patrullaban la zona, vieron el rodado y, según consta en el acta de procedimiento, los ocupantes estaban en una “actitud sospechosa”.
Por ello, se acercaron al conductor y le pidieron los documentos. Kike se negó a entregar diciendo que era un agente de la Senad y un poderoso abogado. A su lado estaba “Nicole”, una travesti cuyo verdadero nombre es Adrián Silvestre González (27) y quien también se opuso rotundamente a que los policías realizaran su labor.
Detención
Ambos se encontraban en total estado de ebriedad, por lo que los uniformados no tuvieron otra que aprehenderlos y llevarlos hasta la sede de la Partulla Caminera de la ciudad para la prueba de alcotest.
En el lugar comprobaron que Cardozo era un comerciante de la zona. “Seguro mintió para tratar de eludir el control”, señaló el subcomisario Francisco Galeano.
Añadió que la travesti agredió física y verbalmente a los intervinientes. Todo, para evitar que su “amor” sea detenido. El tema fue a parar al despacho de la fiscala Camila Rojas, quien dispuso en forma verbal que ambos permanecieran demorados.
Kike se expone a ser imputado por exposición al tránsito terrestre, mientras que su pareja sería procesada por resistencia, de acuerdo a los datos que se manejan.