Foto: RADIO REGIONAL 660.
Benicio Martínez, humilde agricultor del Núcleo 3 de Arroyito, departamento de Concepción, como todos los días trabajaba la tierra, cuando las botas de al menos 15 agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) coparon la chacra, en la propiedad de su familia. Eran cerca de las 15:00 del 22 de marzo, cuando vivió la peor de sus pesadillas.
Sin siquiera saludar al menos o por si acaso pedirle sus documentos, los uniformados empezaron a agredirlo, contó Amado Martínez, su padre. “Le pegaron hasta con su machetillo, tiene marcas de alambre de púa y todo”, contó el hombre. Tres horas duró el interrogatorio que más bien fue una sesión de tortura, expresó Amado.
El joven de 26 años ni siquiera tuvo tiempo de defenderse y menos con la cantidad de efectivos a su alrededor, señaló. “Me dijeron que si no le decía dónde estaban mis ‘amigos’ me iban a matar y dirían que me suicidé”, dijo Benicio.
El teniente coronel Rafael Leguizamón, portavoz de la FTC, negó rotundamente que haya habido agresión alguna. “No hicieron denuncia ni en la Policía ni en la Fiscalía, es lo que a nosotros nos llama la atención”, refirió el efectivo militar. “Mi hijo se hizo el diagnóstico médico, tiene toda la espalda marcada. Somos pobres, por eso no denunciamos. No tenemos ni para pagar abogado”, alegó Amado, asegurando que se conforman con la denuncia pública.
Leguizamón agregó que ya se encuentran realizando las averiguaciones del caso, pero que hasta el momento “todos son supuestos para perjudicar a la FTC”. “No sé cuál es su objetivo, si desacreditar nuestra tarea o qué”, expresó, añadiendo que hoy emitirán un comunicado sobre el incidente.