El rostro de don Marcelino Paredes Ortiz refleja los años que han pasado de aquel enfrentamiento con Bolivia. Sin embargo, la memoria del excombatiente continúa intacta y guarda episodios de su aguerrida participación. El veterano recuerda con orgullo sus hazañas en defensa del territorio paraguayo, durante la Guerra del Chaco (1932- 1935). Al salir del cuartel, fue llamado para ir a la contienda, donde peleó durante los tres años.
Don Marcelino formó parte de la 1° División de Infantería, uno de los regimientos más valientes, según asintió. “Los mejores soldados no duermen”, dijo, tras rememorar la ocasión en la cual emboscaron a los “bolí” mientras dormían, sin darles oportunidad de realizar ni un solo tiro.
Otra de las proezas del benemérito y sus camaradas fue hacer retroceder a las tropas contrarias. Expresó que los enemigos pensaron que iban a llegar tranquilamente hasta Asunción, no imaginaron que los soldados paraguayos los harían correr, siendo inferiores en cantidad. Terminada la guerra, don Marcelino volvió a Piribebuy (Cordillera). Se casó con doña Antonia Salinas, con quien tuvo siete hijos. Es abuelo de numerosos nietos, bisnietos y tataranietos.
Festejo
El excombatiente celebró su cumpleaños número 108 el pasado 2 de junio, rodeado de familiares, amigos y allegados, que demostraron gran admiración hacia el guerrero.