Domingo, un calor insoportable y sufrir en la cocina no era una opción para la familia Bernal.
Entonces decidieron solucionar el drama del almuerzo de una manera práctica: comprar el jugoso pollo al espiedo.
Pedro Bernal fue el encargado de ir a traer la comida y para ello eligió el local de Don Aurelio González, ubicado al costado de la plaza Eusebio Ayala de barrio Obrero, de Pedro Juan Caballero.
El joven contó que toda la familia saboreó el menú.
Horas después él, un hermano y su sobrina cruzaron al Brasil en busca de atención médica.
“Nos comenzó a dar ganas de vomitar, diarrea, fiebre, dolor de cuerpo. Yo sentía que mi estómago iba a salir por mi boca”, detalló Pedro.
Tras la inspección, el médico de guardia les dijo que se trataba de una intoxicación alimentaria.
“Después recién supimos que no fuimos los únicos afectados”, agregó. Pedro y sus parientes forman parte de las más de 40 personas que resultaron afectadas por haber consumido el pollo al espiedo.
Sin embargo, la teoría del joven es que no fue precisamente el alimento el que los dañó, sino lo que acompañaba al menú.
“A mi familia le hizo mal la farofa (fariña acompañada de tocino) que venía con el pollo, porque yo no comí el pollo solo lo otro. Mi hermano y mi sobrina sí, mientras que mi mamá y los demás se salvaron de la intoxicación, porque solo comieron el pollo”, dedujo. Contó que le cargaron el preparado en una bolsa de hielo y que normalmente eso se pone sobre la carne como aderezo. “No fue el pollo como dicen en las noticias, fue la farofa lo que nos intoxicó”, aseguró.
Atendieron a 27 pacientes
Juan Carlos Armoa, médico de guardia del puesto de salud de barrio Obrero, comentó a Telefuturo que entre las 18:00 y 18:30 del domingo ingresaron a urgencias 27 pacientes, todos con los mismos síntomas: diarrea, vómitos y en algunos casos dolor intenso de cabeza. Detalló que los afectados coincidieron en que habían comido pollo al espiedo adquirido de un mismo lugar.
Entre tanto, otras 10 personas fueron a pedir atención en el IPS de la ciudad. La mayoría ya recibió el alta correspondiente, pero todavía hay unos cuantos internados que quedaron en estado de observación.
No sabe qué pasó
Aurelio González, dueño del local de ventas de pollo, dijo que no sabe qué fue lo que pasó. Aseguró que ellos en ningún momento cortaron la cadena de frío del alimento. “Me parece raro que solo a algunos les hizo mal”, dijo. La municipalidad quedó en investigar lo ocurrido.